A lo largo de la historia, el ser humano se ha empeñado en construir dispositivos que le hagan más cómodo su día a día. Además, siempre ha estado interesado en que éstos lleven a cabo la tarea por sí mismos, sin necesidad de una supervisión continua. En nuestros días, muchos dispositivos llevan a cabo tareas como por arte de magia; pareciera que piensan o que adivinan nuestros deseos, que nunca se pueden equivocar o que su precisión y velocidad no puede ser superada. Los sistemas de control son una parte crucial de este funcionamiento.